Gestionar los ahorros personales no es una tarea fácil. Y el camino hacia la estabilidad financiera suele estar lleno de prueba y error. Los analistas dicen que la mayoría de nosotros cometemos los mismos errores que no nos permiten "dirigir" de manera competente nuestros flujos de efectivo.
Ofrecemos echarle un vistazo y "probárselo" usted mismo Los 10 errores financieros principales que todos cometen... Quizás algunos de los errores anteriores ayudarán a alguien a ajustar de manera competente su propia estrategia en el camino hacia la prosperidad.
10. No planifique sus ahorros para la jubilación
Muchas personas en edad laboral cometen el mismo error, creyendo que la jubilación llegará en un período infinitamente lejano. Sin embargo, debe comenzar a ahorrar dinero para la vejez lo antes posible: invierta en NPF, la propiedad, Depósitos bancarios... Los ahorros realizados por adelantado no reducirán significativamente la calidad de vida al llegar a la edad de jubilación.
9. Prestar a amigos
Son grandes sumas. Los asesores financieros creen seriamente que las grandes deudas son una buena razón para arruinar la relación con un ser querido. Sí, y los problemas con la devolución del dinero surgen con bastante frecuencia, y no podemos "presionar" a los amigos por varias razones.
8. Vivienda hipotecaria para un préstamo comercial
Para muchos, es tentador conseguir capital inicial para su propio negocio con la seguridad de la vivienda. Lamentablemente, la práctica muestra que a menudo el negocio no comienza a desarrollarse tan rápido como uno quisiera. Y el prestatario tiene que empeorar sus propias condiciones de vida o vender un negocio poco eficiente.
7. Acepta un salario "en un sobre"
Los sobres de día de pago siguen siendo habituales en las empresas rusas. Desafortunadamente, el empleador tiene la oportunidad de suspender los pagos en cualquier momento, dejando a sus empleados las cantidades mínimas permitidas por la ley.
6. Toma pequeños préstamos
Refrigerador, vacaciones o mejor teléfono móvil al crédito ... Los psicólogos dicen que la dependencia de los préstamos se está convirtiendo en una de las enfermedades de nuestro siglo. La imposibilidad de ahorrar y la posibilidad de obtener un préstamo en media hora solo lleva a que, sin darse cuenta, las personas se encuentren perdidamente endeudadas.
5. No ahorre en facturas de servicios públicos
Todos regañamos las tarifas altas, pero no tenemos prisa por instalar medidores de dos tarifas, lámparas de bajo consumo o electrodomésticos económicos. Mientras tanto, se ha calculado y comprobado que con poco esfuerzo y muchas ganas es posible reducir en un 30% los importes en recibos de agua, gas y luz.
4. Ignore los gastos insignificantes
¿Con qué frecuencia pensamos que una barra de chocolate diaria, una revista de moda semanal o los viajes regulares en taxi cuestan decenas de miles de rublos al año? Por cierto, el deseo de ahorrar dinero es una gran razón para deshacerse de los malos hábitos, como forma de dejar de fumar, lo que requiere mucho dinero.
3.Guarda dinero en casa
Incluso un depósito bancario a corto plazo de 90 días puede proporcionar un 5-8% anual, ahorrando ahorros de la inflación, sin mencionar el riesgo de robo. Hoy en día, los bancos ofrecen muchas opciones, incluidos los depósitos reabastecidos, para los cuales, por ejemplo, puede agregar un 5-10% de su salario cada mes.
2. No planifique sus compras
La falta de planificación en las cosas pequeñas lleva a que alrededor del 30% de todo lo que hay en la canasta durante una visita al supermercado sea una pérdida de dinero. Y si no planea compras grandes: un automóvil, electrodomésticos, etc., es fácil convertirse en víctima de la enfermedad del "crédito", que gradualmente se irá acumulando con deudas innecesarias.
1. Sentir vergüenza de pedir un aumento
Es tan agradable ser un “buen chico” o una “buena chica” en la oficina y traer un mínimo de problemas a tus jefes. Sin embargo, la falsa timidez y el miedo llevan al hecho de que los ingresos crezcan a un ritmo equivocado o no crezcan en absoluto. Especialmente las mujeres sufren de esta “vergüenza”, para quienes a menudo es más difícil iniciar una conversación sobre aumentar un salario o un puesto que para colegas masculinos más asertivos.